30/6/11

Retomando el blog

Después de 39 días de inactividad por motivos académicos (ya he terminado todos los exámenes y me falta que me den la nota de dos asignaturas, así que ponedle una velilla a vuestro santo favorito para que apruebe, porfaplís), tras la celebración de la cuarta edición de los premios PACO que coronaron a Toy Story 3 como la película más redonda del 2010, RATOS DE CINE intentará volver a la carga. Y digo intentará porque ya sabéis que mucho de lo que pueda prometer por aquí poco se va a cumplir. Al menos, espero tener una entrada por semana, lo cual es bastante (de todas formas, en el hipotético caso de que tengáis ganas de seguir el blog, no os preocupéis: ¡tengo una entrada guardada como borrador!), y así echamos el veranillo entretenidos.
Pero la verdad, el motivo de esta entrada es otro muy distinto. El apartado "El que se oculta tras la pantalla" al margen derecho del blog decía lo siguiente:
"Estudiante, bombardinista y cinéfago en potencia. Me declaro cinéfilo en el significado etimológico del término: no entiendo mucho de cine, veo las películas que quiero porque quiero. Para que os hagáis una idea bien clara, no he visto El Padrino".
Pues bien, hoy es un día histórico en RATOS DE CINE, porque tras casi 4 años de cinefilia, voy a tener que modificar ese texto. El lunes 27 de junio de 2011, vi por primera vez...

Y la he visto bajo una presión enorme. Considerada por muchos "la mejor película de la historia", aparece en las listas de todos los críticos y cinéfilos (como se desmostró con la lista de las 100 mejores películas de la historia en Chauncey was here), y con el miedo a que a mí no me resultara para tanto. Pero además, la presión era mayor, me prometí que la vería nada más acabar lo exámenes (precisamente en la entrada enlazada dejo un comentario -bastante mal escrito- donde dejo la promesa) . A la 1 de la tarde, con la calor pegajosa, después de venir de un examen de alemán que te preparaste la noche anterior y que te sale regularcete, uno no está para ver películas, y menos una de casi tres horas. No quería verla. Comí, me eché una siestaca de tres horas, y dije: "ahora o nunca" y la vi. Y, ¿qué me resultó? Muy buena, buenísima, pero tampoco para tanto. Le doy un 9 casi y medio, según el día. Algo me dice que me gustarán más las dos siguientes.
¡Ah! Una cosa, el reparto está genial y me encanta que cuatro de sus actores estuvieran nominados al óscar, pero el protagonista abosluto de esta historia, el verdadero Padrino, es Michael, interpretado por Pacino, así que el óscar a Brando debía haber sido en secundario.

Pues lo dicho, ya puedo decir "soy cinéfilo" sin que me lo cuestionen porque al fin he visto El Padrino... qué orgullo, voy a seguir mateniendo la autodenominación, me voy a ver algo de Uwe Boll. Saludetes.